Mi tributo al Perú

Fue volver del Perú y comenzar a pintar. Estrenar los pigmentos.
Sí, no pude esperar. Necesité plasmar sensaciones, aromas, sonidos, gustos, imágenes grabadas en mi retina…. todo lo vivido en el hermano país fue tan intenso y energizante, que estas obras no son ni más ni menos mi tributo al Perú.

Música, cacharros, energía, bruma, colores.
Aves, museos, caminos, pigmentos, aromas.
Silencios, pisco, rutas, planicie, caminatas.
Lanas, quinua, piedras, sonidos, cielo.
Mar, altura, té de coca, nubes, colores.
Lago, cantos, pendientes, subidas, oxígeno.
Falta de oxígeno, Agua de florida, descansos.
Isla, el llano, el alto, pájaros, colores.
Niebla. Blanco y negro. Colores.

Esta es mi manera de mostrar lo que en definitiva me quedó:
recuerdos… los recuerdos por ejemplo de ese vértigo indescriptible cuando sobrevolé Nasca… sentimientos y emociones que sólo son capaces de ser generados por lo vivenciado. Esta obra es eso, eternizar lo vivenciado.

Liliana Sánchez
Pilar, Buenos Aires, 2017